lunes, 21 de mayo de 2012

EL CANÍBAL DE ALBACETE.

El trastorno de personalidad se pude definir como el conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales y de relación social de los individuos. Sin lugar a duda, este trastorno es el que padecía Stefan Atzler. Poco se sabe de este joven originario de Donauworth, Alemania, antes de su detención. Los datos que se han podido conocer han llegado gracias al diario personal que nuestro protagonista comenzaría a escribir, todavía en tierras germanas, en julio de 2005. Atzler comenzaría entonces a llevar una vida anacoreta, repudiando y odiando a toda la especie humana. Stefan deambuló desde Alemania pasando por Italia y Francia para acabar sus andaduras en España con la única compañía de su perro lobo 'Chuky'. Durante su viaje, Atzler, fue perdiendo la perspectiva de lo que estaba bien y lo que estaba mal, sosteniendo que vivía en un mundo hostil.

El 15 de febrero de 2006, Stefan Atzler terminaría con la vida de José Juárez, de 65 años de edad. Un asesinato que se produjo cuando José llegó con su furgoneta al denominado Cortijo del 'Tío Murciano', en el término municipal de Férez, Albacete. Atzler le sorprendió y le asestó 26 puñaladas con tanta dureza que una de ellas dirigida al cráneo, fracturó la navaja. Con posterioridad arrastró el cuerpo hasta un almacén cercano, donde se dedicó a descuartizarlo, dejando la gran mayoría de las partes en el citado almacén, llevándose consigo en una bolsa de basura la cabeza y el brazo izquierdo. Restos humanos que se encontrarían posteriormente en la furgoneta de la víctima, abandonada en “El Cerezo”, un cortijo cercano. Un trabajador de la finca, Avelino G., le vio y le pidió que abandonara el lugar. Al ver que el acusado llevaba sangre en las manos, Avelino telefoneó a la policía, acto al que Stefan respondió acercándose hacia él con una navaja, con la que intentó, sin lograrlo, matarle.

Stefan sustrajo el Land Rover de Avelino, con el que intentó atropellarle. En la huida, el condenado se encontró con el agente avisado por Avelino, que le siguió hasta la conocida como la recta de La Errada, donde Stefan sufrió un accidente al perder el control del vehículo, momento en el que fue detenido.

Horas más tarde se encontraría su mochila con una fiambrera conteniendo tres filetes de carne pertenecientes a José Juarez. La hipótesis de los investigadores hace pensar que el ya conocido 'Caníbal de Albacete' mató y descuartizó al agricultor para usar el cuerpo como alimento. Ya hemos mencionado que Atzler había perdido la perspectiva por completo, llegando a pensar que todo lo que encontraba por su camino podría utilizarlo como comida, eso, unido a la gran hostilidad y el odio que sentía hacia el ser humano, convertía a Stefan en una bomba humana que no tardaría en activarse.

'El Canibal de Albacete' se negaría a declarar, a que se le extrajese sangre y a entregar una muestra de su saliva para sacar su ADN. Hubo que tomárselas con una orden judicial por delante. Se negaría incluso a ofrecer su verdadera filiación y aseguró llamarse Andrew Martin y haber nacido en Plymouth (Inglaterra).

Pero la colaboración de este asesino tampoco seria muy necesaria. Su clasificación como asesino desorganizado y su nula conciencia forense haría que sus huellas dactilares y su ADN desvelaran su identidad, Stefan Atzler, de 25 años, nacido en Donauworth (Alemania). Y le señalaran como el autor de la muerte y descuartizamiento de José Juárez.

Pero la sorpresa seria mayúscula cuando se le vinculó con el intento de asesinato de un indigente de 44 años, acuchillado el 19 de septiembre del 2005 en Amberg (Alemania); y le señalaron además como presunto autor del asesinato de un agricultor de Jumilla, Timoteo Navarro, de 62 años, cuyo cuerpo cosido a navajazos había sido hallado el 14 de enero del 2006 en el paraje de los Alberciales.

Pero 
todavía se mantiene una duda: ¿Terminaría 'El Caníbal de Albacete' con la vida de mas personas durante los dos años que estuvo deambulando por media Europa? No seria descabellado pensar que sí

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