La familia Bergua Vera lleva ya más de 15 años luchando cada día como si fuese el primero para conseguir saber qué ocurrió con su hija. Luchando por lograr que la desaparición de Cristina no caiga en el olvido. Recordando cada día como Cristina Bergua desapareció en Cornellá de Llobregat (Barcelona) un día, que con el paso del tiempo ha acabado por convertirse en el día nacional de los desaparecidos sin causa aparente, un domingo, el 9 de Marzo de 1997.
Cristina salió por la tarde de su casa para encontrarse con su novio, Javier Roman, de 26 años de edad. A las nueve de la noche, Cristina decidió volver a su casa y su pareja la acompañó hasta la mitad del camino, despidiéndose de ella en un semáforo en la carretera que va de Esplugues a Cornellà. La joven nunca llegaría a su destino. Cristina desaparecería sin dejar rastro y desde entonces su familia comenzaría una búsqueda incansable que aún hoy continúa.
Pocos meses después de la desaparición, una llamada anónima indicaba que el cuerpo de la joven podía estar en un contenedor, por lo que se inicio el registro e inspección del vertedero del Garraf, donde se depositan diariamente dos millones y medio de kilos de basura procedentes de Barcelona y su área metropolitana. Los investigadores no encontraron allí ninguna pista o vestigio de Cristina.
La investigación de Cristina Bergua se cerraría en 1999 y el caso cambiara de juzgado. En 2008 un juez de Cornellà autorizó a reabrir el caso en vista de los nuevos avances técnicos y se le encargo la labor a la unidad central de desaparecidos de los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, realmente la investigación “nunca se reanudó”, según indico por aquel entonces el padre de la menor a algunos medios.
Los medios de comunicación han comentado mucho las similitudes entre la desaparición de Cristina y el trágico suceso de Marta del Castillo. Una vez mas, ante una desaparición, las dudas nos invaden ¿Quién realizo la llamada anónima indicando que el cuerpo de Cristina podría estar en un contenedor?, ¿Por qué su novio no la llevó hasta la puerta de su casa?, ¿Se investigó a fondo a su novio?, ya que la prensa indicaba que para la policía era el principal sospechoso y más aún teniendo en cuenta que las amigas de Cristina desvelaban que tenía previsto romper con él aquel lejano 9 de marzo de 1997.
Una nueva desaparición sin resolver pasa por este rincón de los desaparecidos. Nuevas preguntas sin respuestas. Nueva investigación cerrada a la espera de nuevas pistas que nunca llegan. Una nueva desaparecida que no pertenece al mundo de los vivos ni de los muertos. Otra familia que está condenada a debatirse entre la esperanza de que algún día aparezca su querida Cristina y la desesperanza más honda. “Un trauma que no se cierra”, tal y como dijo la psicóloga Flor Bellver a la prensa.
La investigación de Cristina Bergua se cerraría en 1999 y el caso cambiara de juzgado. En 2008 un juez de Cornellà autorizó a reabrir el caso en vista de los nuevos avances técnicos y se le encargo la labor a la unidad central de desaparecidos de los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, realmente la investigación “nunca se reanudó”, según indico por aquel entonces el padre de la menor a algunos medios.
Los medios de comunicación han comentado mucho las similitudes entre la desaparición de Cristina y el trágico suceso de Marta del Castillo. Una vez mas, ante una desaparición, las dudas nos invaden ¿Quién realizo la llamada anónima indicando que el cuerpo de Cristina podría estar en un contenedor?, ¿Por qué su novio no la llevó hasta la puerta de su casa?, ¿Se investigó a fondo a su novio?, ya que la prensa indicaba que para la policía era el principal sospechoso y más aún teniendo en cuenta que las amigas de Cristina desvelaban que tenía previsto romper con él aquel lejano 9 de marzo de 1997.
Una nueva desaparición sin resolver pasa por este rincón de los desaparecidos. Nuevas preguntas sin respuestas. Nueva investigación cerrada a la espera de nuevas pistas que nunca llegan. Una nueva desaparecida que no pertenece al mundo de los vivos ni de los muertos. Otra familia que está condenada a debatirse entre la esperanza de que algún día aparezca su querida Cristina y la desesperanza más honda. “Un trauma que no se cierra”, tal y como dijo la psicóloga Flor Bellver a la prensa.
En toda desaparicion,ya sea secuetro o voluntaria quedan flotando,para la opinion publica innumera cantidad de dudas.Se tejen conjeturas dignas de Poe o Doyle y,no es para menos :nadie puede desaparecer sin dejar rastros...,¿o si?.Para aquellos que vivimos inmersos en el tema "siempre hay rastros",tal vez por ocuparnos de los detalles pequeños,como pedia Holmes.Me encantaria saber hasta que punto se investigo la coneccion del novio,esta muy claro que fue el ultimo en verla,el ultimo en hablar con ella,el que seguramente debio seguirla con la vista mientras ella se marchaba y,mas aun,si damos credito a la teoria de la ruptura.Siempre seguimos un rato con la vista a quien nos deja para siempre.... .Ha pasado ya mucho tiempo,poco para el dolor de la familia,muchisimo para los que sabemos que,una prueba es concluyente cuando aun esta caliente.La impericia cuesta vidas,el teimpo pasa mas rapido en la historia de un desaparecido y la justicia ,cuando llega tarde no es justicia,se llama exscusa.
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